El
general Juan Vicente Gómez nace un 24 de julio de 1857 en La Mulera estado
Táchira de familia numerosa y hacendados, siendo muy joven y debido a la muerte
de su padre, el señor Pedro Cornelio Gómez, Juan Vicente asume las riendas
económicas encargándose de la familia, al igual que de los negocios
agropecuarios que hasta entonces poseía su progenitor.
Tiempo después conoce a Cipriano Castro
con quien entabla una gran amistad y con ello logran grandes hazañas de
revolución, no obteniendo buenos resultados les toca huir hacia Colombia y
establecerse en una zona limítrofe con Venezuela, para ese entonces, se
mostraba un alto descontento sobre el gobierno central. Llegaron a hacer
grandes campañas militaristas donde iban ganando terreno hasta llegar a ocupar
la Presidencia de la República.
Años más tarde es considerado por Castro,
un fiel colaborador de su gestión, por lo que desempeña diferentes cargos
dentro del gabinete del presidente, hasta llegar a ser el segundo vicepresidente
de la República, realiza varios combates en los que resulta triunfador dándole
mayor seguridad al gobierno presidido por Cipriano Castro. Debido a las
muestras de lealtad por parte de Gómez hacia su compadre Castro y una enfermedad
que aquejaba al presidente éste decide abandonar el poder y dejarlo todo a cargo
de quien para ese entonces ya era el primer vicepresidente de la República y no
es otro más que el mismo Juan Vicente Gómez.
Una campaña de desinformación por parte de
ambas partes, hizo que el propio Juan Vicente Gómez decretara un golpe de
Estado en contra de su compadre, justificando el hecho bajo un comunicado que
supuestamente Castro envía desde Berlín solicitando “Matar la culebra por la
cabeza” del vicepresidente, y de éste modo así asume el poder desde el año
1908.
Gómez es considerado por muchos como una
persona ignorante, pero a la vez inteligente y estratega, utilizando a
intelectuales para lograr grandes cambios durante su gestión, siempre y cuando fuese
conveniente para él y le trajera grandes frutos personales. Se dice que, se
convierte en el principal latifundista de Venezuela, puesto que anteriormente
había disuelto a todos los burgueses que
se oponían al gobierno de Castro. Venezuela fue considerada su gran hacienda,
donde todas las producciones agrícolas, las ganancias de ellas obtenidas iban a
parar a las manos del general.
Juan Vicente Gómez realizó varias
enmiendas a la Constitución de la República, hechas para beneficiar su perpetuidad
dentro de la Presidencia, a veces ostentaba el poder bajo el nombre de otro
cargo, pero siempre llevando él las riendas de los entes más importantes como
lo era la Fuerza Armada.
Luego con el pasar de los períodos
presidenciales volvía a instalarse en el título de Presidente de la República
observando bajo sí, todo el poder que un dictador desea sobre su pueblo.
Siempre puso en cargos claves a gente muy allegada incluyendo a su propio hijo
en el cargo de la Vicepresidencia, todo para tener la plena seguridad, de no
llegar al límite de la traición por parte de las personas que lo rodeaban.
Este latifundista-presidente tuvo grandes
detractores de su régimen autoritario, dentro de los cuales destacan grandes
intelectuales que estaban formándose en la principal casa de estudios de
Venezuela como lo es la Universidad Central de Venezuela (UCV): Rómulo
Betancourt, Raúl Leoni con sus discursos de nuevos ideales y el de un despertar
intelectual que molestaba a Gómez por lo que llegó al extremo de clausurar la
UCV y de enviar a la cárcel a los jóvenes estudiantes.
Muchos de los estudiantes se unen a los cuatro
encarcelados, y con ellos algunos militares de bajo rango, hecho aprovechado
por el general utilizándolos como constructores de las nuevas carreteras, visto
por algunos como el mero interés de comunicar a todas las haciendas que poseía
el Presidente a lo largo del país, y la respuesta de uno de sus ministros era
la “Necesidad de comunicar a los Andes con el centro del país”. Es una de las
muestras de los intereses particulares de Gómez en realizar grandes obras con
intereses personalistas, intereses que lo convertirían en uno de los hombres
más ricos del mundo, se consideró que a la hora de su muerte su fortuna oscilaba
entre los 300 millones de Bolívares.
Por
otro lado, su inconformidad con personas que al acudir a la UCV obtenían nuevas
formas de pensar, le causaba molestias al dictador, por lo que decide cerrar
ésta casa de estudios, cierre que tuvo una duración de 10 años, tiempo en que
los venezolanos se ven coartados de aprender y de crear nuevos profesionales
intelectuales de libre pensamiento.
Un hecho importante durante el mandato de
Gómez fue el hallazgo de lo que se considera como el: oro negro, hecho que
revoluciona el pensamiento de las personas en los rincones del país, viéndose
en la necesidad de nuevas oportunidades, emigrando así a los sitios donde se producían
nuevas formas de empleo y de distintas maneras de ganarse la vida.
El general, se ve obligado a dar las
concesiones de explotación del recurso natural no renovable a empresas
extranjeras, que ya eran expertas en el tema, puesto que Venezuela no impartía
para ese entonces las cátedras necesarias y lograr con ello el dominio total
sobre la explotación petrolera. Estas concesiones dejaban muy pocos dividendos
a la nación, pero si no se hacían de igual modo, de nada servía el hecho de
poseer la materia prima, sin poder explotarla ni procesarla. Sin embargo, el
dinero obtenido por el petróleo era mucho más visible que las actividades
económicas que se llevaban en Venezuela hasta entonces, como lo era la
ganadería, la cría y la agricultura.
Todas estas concesiones durante el
Gobierno de Gómez eran hechas a sus más fervientes seguidores y, personas
consideradas por él como los más fieles durante su gestión, hecho aprovechados
por éstos a su vez para negociar con las trasnacionales y así otorgar los
permisos necesarios de explotación sobre las tierras venezolanas.
La justificación principal de otorgarle a
los extranjeros las concesiones era, simplemente la capacidad tecnológica que
poseían para el entonces y los conocimientos necesarios sobre los trabajos
desconocidos por los habitantes del país. Cada vez que avanzaba el estudio de
las tierras venezolanas eran más yacimientos encontrados, hecho que llamaba la
atención de otras empresas extranjeras para conseguir un espacio en la economía
productiva.
Durante la época de Gómez Venezuela pasa
del quinto lugar de producción
petrolera, al segundo lugar en el año 1929 en todo el mundo, ocupando el primer
lugar en exportación del rubro, pasando a dominar desde entonces todos los
ámbitos económicos del país, dejando atrás la historia de producción agrícola y
ganadera.
Se considera que el país en muy poco
tiempo transformó drásticamente la forma de hacer progresar la nación,
limitando con ello la posibilidad de generar otras industrias que fuesen
capaces de diversificar la economía para no depender netamente del petróleo,
hecho que hoy día se sigue percibiendo en la historia venezolana.
Otra muestra de interés personalista de
Gómez era que sus hijos e hijas se casaban con los dueños de las
transnacionales petroleras instaladas en el país, hecho que le aseguraba la
lealtad de los empresarios y el posicionamiento económico de su descendencia, a
su vez, vigilar de manera exhaustiva los movimientos hechos por dichos
empresarios durante sus explotaciones petroleras.
Juan Vicente Gómez se rodeaba de gente que
lo hacía llegar más allá de lo que su mente podría imaginar, con asesoría de
intelectuales creó: instituciones, carreteras, aeropuertos, líneas aéreas,
líneas terrestres y terminales terrestres, logrando con esto hacer pasar a
Venezuela de un país netamente rural a las posibilidades de observar la
civilización de sus tierras. Hizo muchas cosas a favor de las nuevas tendencias
mundiales, pero a su vez destruye las vías férreas que para la fecha, el país
contaba con más de 200 Km de vías, siendo reemplazadas por carreteras con un
total de 5.000 km. Hecho que por un lado tecnifica, pero elimina una
posibilidad de comunicación que todavía hoy día es usada en muchos países como
puje para sus economías y desarrollo.
No se puede dejar de lado los hechos que
marcaron de manera negativa, período donde el caudillo Juan Vicente Gómez
presidía las riendas del país, consideradas como bárbaras, las acciones
cometidas contra quienes adversaban sus acciones.
Sometían a los detractores a torturas
inimaginables para que confesaran fechorías que no habían cometido, iban desde
encierros en cárceles con poca iluminación, muy necesaria para preservar la
salud, sitios húmedos que hacían desarrollar enfermedades terminales como:
pulmonías, tuberculosis, entre otras, hasta las torturas físicas donde los
genitales era el principal objetivo de los agentes de seguridad. El sitio donde
llevaban mayormente a los presos políticos se llamaba La Rotunda, les ponían
grillos, no tenía cama ni cobija, mayormente eran estudiantes quienes padecían
todas éstas fechorías.
Por casos similares se le daba el apodo de
“El Bagre” persona que de manera despiadada daba las principales órdenes de
tortura significativa donde los estudiantes eran el principal objetivo.
Un perfil psicológico de Gómez puede ser
el siguiente: persona ignorante pero estratega y astuto, nacionalista, de
costumbres aferradas a la tierra que lo vio nacer, capaz, desconfiado,
naturalista, de carácter recio pero gentil, callado.
Juan Vicente Gómez se auto-consideraba el
segundo Simón Bolívar, hechos como el haber nacido el mismo día que El
Libertador, le daba pie para dar tales aseveraciones. Una anécdota fue que, al
enterarse de que Simón Bolívar bautizase a Boconó estado Trujillo como “El
Jardín de Venezuela” le dio pie para otorgarle a Maracay el título de “Ciudad
Jardín” sin saber el verdadero significado del porqué había sido otorgado tal
título a Boconó, Bolívar lo hace por la belleza de las mujeres y del lugar,
Gómez lo por los paisajes de la ciudad. Por imitar realiza acciones sin saber
el significado real de lo ocurrido. Un hecho curioso es que muere precisamente
en la misma fecha que Simón Bolívar, un 17 de diciembre, pero de 1935.
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